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miércoles, marzo 12, 2025

Ucrania Ataca a Rusia

Ataque Masivo con Drones
¿Logro de Ucrania o Desesperación Europea?

Como ya es del conocimiento público, el régimen de Kiev lanzó un ataque masivo con drones contra la Federación Rusa, entre otras provincias cercanas, sus principales objetivos fueron Kursk y Moscú, la capital rusa. Obviamente los daños fueron civiles con tres decesos y once heridos, tres niños entre estos, y sucedió justo durante las vísperas de la visita oficial del Secretario General de la OSCE, Feridun Sinirlioglu, a la ciudad de Moscú para tratar asuntos relacionados con el conflicto Rusia-Ucrania. Dicho personaje atestiguó los daños causados por el ataque ucraniano.

Pero el ataque masivo con drones es del mismo talante que la "Invasión" ucraniana a la provincia de Kursk en Agosto del año pasado, una muestra de arrogancia por parte del megalómano Zelensky apoyado, y animado, por la Unión europea, concretamente Francia y Reino Unido. La idea propagandista de ambos ataques han sido un intento, bastante mediocre y burdo, de una Europa Anti-Putin que intenta convencer al mundo de que Ucrania aún puede continuar el conflicto al ritmo que Rusia lo pida.

Lo que resulta innegable es la cobardía de Azov y Zelensky que se han sujetado al ideario de ultraderecha marcado por Francia y Reino Unido actuando como títeres de ambos y creando en el subconsciente colectivo ucraniano que el camino correcto es "Vencer a Rusia y el Comunismo Soviético" ajustándose a la idea hitleriana de la supremacía de raza, la caucásica en este caso, y tratando de hacerse pasar como víctimas gloriosas.

En Facebook he leído publicaciones de personas rusofóbicas presentando con triunfalismo las escenas de los ataques ucranianos con drones y algunos contactos míos, ucranianos, mencionan la "Gloria Ucraniana" y señalan el caudillismo de Zelensky. Cuando te dedicas a escribir opiniones políticas en un blog personal, la prudencia siempre puede más en estos casos y me limité a revisar sus contenidos. Detalle mencionado porque la idea es precisamente la de hacer creer al pueblo ucraniano y al mundo de que Ucrania es más poderosa de lo que ha sido en realidad.

Resulta que, justo en el momento en que EE.UU. decide acercarse a la Federación Rusa y existe la iniciativa de un cese al fuego a través de mediadores, Ucrania decide obedecer a Emmanuel Macron y a Keir Stamer, apoyados por países  europeos menores y un poco por Alemania e Italia, para realizar ataques terroristas patrocinados, controlados y dirigidos por Europa en nombre del régimen de Zelensky. en comparación burda, los cobardes con dinero le dijeron al pordiosero como hacer una travesura grave: "Vamos a hacerlo así y diremos que fuiste tú".

Para tratarse de un "exitoso" ataque, la personalidad y preparación de Zelensky resultan muy cortas y mediocres. Zelensky no tiene la capacidad como para preparar estrategias ni organizar la logística militar que se requirió tanto en Kursk como en Moscú y simplemente se prestó a dar la cara para que el mundo le atribuyera semejantes hazañas militares, atacando objetivos civiles, como suelen hacer los cobardes. Lo interesante es que Zelensky se dejó dar el "Beso del Diablo" por parte de Europa ya que si bien contaba en cierto modo con el voluble apoyo moral de Trump y con cierto beneficio de las dudas con el Kremlin para negociar la paz, en este momento Donald Trump se siente defraudado por Zelensky pero al mismo tiempo animado a reclamar los recursos minerales de Ucrania como indemnización de gastos excesivos, mientras el Kremlin decidió considerar a Zelensky y sus fuerzas armadas como "Terroristas", con todas las repercusiones que eso representa. Europa, mientras, se carcajea de ambos lados, de Kiev y de Rusia haciendo equipo con EE.UU.

La paz que EE.UU. busca es artificial en cierto modo ya que su real objetivo es dejar de gastar dinero en un terreno que ambiciona, Ucrania, y Rusia no es precisamente el país más tonto del mundo. Para Moscú, la palabra de Zelensky no tiene valor ya que, como Putin ha repetido hasta el cansancio, el régimen de Azov está cimentado en el fascismo y fue instaurado por un golpe de estado en 2014, patrocinado por EE.UU., y los antecedentes de los tratados de Minsk, I y II, son el de la violación fragante por parte de Kiev hacia los mismos. Obviamente Moscú no se va a prestar a la creación de una tercera versión de dichos tratados con los mismos resultados.

Sin embargo, y por muy falsa que sea la voluntad de EE.UU. para lograr la paz entre Rusia y Ucrania, es cierto que Europa NO quiere que haya paz. Alemania y Ucrania engañaron a Rusia con los previos tratados de Minsk, solo buscaban darle tiempo al régimen de Azov para armarse y volverse en contra de Rusia y toda la Europa Oriental Pro-Rusa. La OTAN en sí solo fue la careta política para hacerlo oficialista tratando de hacer pasar a la Ucrania Neonazi como víctima de la tiranía de Vladimir Putin.

Ucrania se presta a los juegos de guerra de la Unión Europea justo en un momento crítico para occidente en el que la economía de todos los países implicados no es precisamente la mejor y los gastos de guerra ponen al límite las arcas de todos ellos ante un Donald Trump que, con sus arrogantes jugadas comerciales, ha puesto en vilo su propia economía y, por lo tanto, hace más cáustica su necesidad de "Recuperar" inversión apoderándose de los recursos minerales de Ucrania. Tal idea también resulta escalofriante si se piensa detenidamente ya que tanto Francia como Reino Unido ya le habían puesto la atención a esos recursos minerales ucranianos desde el inicio del conflicto en 2014, con el golpe de estado llamado "Euromaidan". Entre otros, el gran problema resultará en el hecho de que buena parte de esos terrenos ya están bajo el control de Rusia y, los que aún son ucranianos, ya están comprometidos a favor de la Unión Europea, algo que obviamente va a disgustar mucho a Donald Trump.

En resumen, Francia y Reino Unido, y sus comparsas, buscan desgastar a Rusia utilizando de escudo a Ucrania y desde luego un término de paz no resultará conveniente ya que eso les hará perder la onerosa inversión que han hecho armando, y apoyando, a Ucrania. De llegar a términos de paz, es obvio que la Federación Rusa tendría mucho que reclamar desde la incautación de activos bancarios internacionales hasta las sanciones y bloqueos comerciales y diplomáticos que han tratado de imponerle desde occidente. De llegar a un acuerdo, si es que eso fuera posible, Rusia exigiría tanto los terrenos ganados como las mismas indemnizaciones de guerra que occidente pretende, contando con la razón ya que realmente Rusia ha sido la parte más agredida por parte de todos los implicados.

Así de esta manera, Volodimir Zelensky y su pandilla de idiotas, así como sus "Aliados" de Europa, tienen otro fracasado intento para tratar de debilitar a un país que de anticipado ya les ganó la guerra.

Es cuanto

Messy Blues

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