Biden: la era Estadounidense de la Estupidez y el Fracaso. Zelensky: la glorificación de la idiotez
En este momento, para todo el mundo ha quedado más que claro el hecho de que, sí Rusia tiene ganas, podría iniciar la tan temida "Tercera Guerra Mundial", o bien, "La Primera Guerra Nuclear", la cual representa por sí misma un acercamiento al exterminio de la vida como la conocemos. Dejó claro Rusia que, de continuar Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos con sus necedades narcisistas, el país eslavo podría dar a esos tres una buena paliza de entrada.
Joe Biden por su parte, ha mostrado un increíble alarde de estupidez por su resentimiento de que Donald Trump le arrebató las elecciones pasadas haciendo pedazos al partido demócrata y evidenciando a Tamala Harris tan mediocre como es. Biden es una especie de muestra de aquello que solemos decir en Latinoamérica: "Es un pendejo con poder".
Es obvio que Joe Biden ya se siente ajeno a las consecuencias de sus actos siendo aún presidente de uno de los países más poderosos, antes el más poderoso. Para Biden, la política de apoyar a un país en realidad agrícola y no industrial como es Ucrania, resultaba un papel protagónico que buscaba tres cosas planeadas por su equipo de imbéciles y desconocidas a fondo por él:
a) Mantener presencia mediática en la Unión Europea, la OTAN y en la Geopolítica Mundial
b) Crear un dique para frenar la creciente caída de la supremacía occidental utilizando a un idiota útil como Volodimir Zelensky haciendo una guerra de desgaste contra la Federación Rusa, valiéndose de Ucrania
c) Realizar una colonización disfrazada en Ucrania fingiendo defenderla de la Federación Rusa y eventualmente crearle una deuda para después despojar a Ucrania de sus recursos minerales
Para tal fin, llegar a esas tres metas, Biden gastó durante el tiempo que hasta el día de hoy ha conllevado el conflicto, una suma aproximada a más de un billón de dólares, lo que representa el Producto Interno Bruto de ese país en cuatro años y la inversión interna para gasto publico se ha visto dramáticamente mermada. En la reciente catástrofe del huracán Milton en florida, el gobierno no fue capaz de cubrir el gasto mínimo necesario para la asistencia de víctimas y desastres ya que el dinero se había invertido en apoyar a Ucrania y, por añadidura, la recaudación de impuestos y respaldo de divisas se vio afectada de manera general. Todo eso representó una onerosa inversión por parte de la administración de Biden para poder colonizar a Ucrania. Es decir, Biden invirtió más de un billón de dólares para "ayudar" a Ucrania y las perspectivas de recuperación de dicha inversión, en el mejor de los planes de financiamiento, será de treinta años, hablando en un término gentil y optimista.
La OTAN no queda fuera de la irresponsabilidad mental ya que sus países socios que apoyan a Volodimir Zelensky, no tanto a Ucrania, también han hecho alarde de arrogancia amenazando de manera bravucona ante los medios internacionales al gobierno de Vladimir Putin y todo aquel que se atreva a hacer negocios con él, también proporcionando financiamiento que igualmente afectó a sus poblaciones. Hoy Alemania, Inglaterra, Francia, España y Polonia enfrentan la posibilidad de un invierno desastroso y una deuda de cien mil euros por cabeza, lo cual es mucho decir. En resumen, ni Joe Biden, ni el kinder garden que tiene por administración, ni los países de la OTAN parecen estar conscientes de que su ambición por apoderarse de Ucrania está llevando al mundo entero a un Armagedón.
Resulta curioso que el nazismo de Zelensky sea apoyado por países que alguna vez fueron invadidos y casi exterminados por Adolfo Hitler y que, de hecho, el propio Zelensky sea de origen judío aunque afortunadamente la ONU ha resuelto que no permitirá la glorificación del nazismo. El punto es que los protagonistas del actual conflicto son más bizarros que temerarios. Sin hacer apologías, en los años 1940's Adolfo Hitler sabía lo que quería obtener y sabía lo que odiaba (judíos, negros, eslavos, comunistas y orientales). Se puede decir que el régimen nacionalsocialista de Hitler buscaba apoderarse del mundo y eliminar aquellas razas que ellos consideraban inferiores y, en comparación, hoy parece haber una muy extraña mezcla de ideologías reinantes que buscan jalar hacia todos lados tratando de perjudicar a un país del que ha quedado claro que no van a vencer, la Federación Rusa.
Biden ha decidido fortalecer a Ucrania antes de que acabe su mandato en un berrinche infantil porque su partido perdió, pero no parece darse cuenta de que tal decisión no solo ha condenado a muerte a Ucrania, sino que también acaba de envolver a su propio país en una posibilidad escalofriante: Una declaración formal de guerra por parte de Rusia, lo que daría inicio a la tan temida "Tercera Guerra Mundial". De ser así, Estados Unidos podría contar con la colaboración de otros países también nucleares como Francia y Reino Unido pero, estratégicamente hablando, tanto Francia como Reino Unido quedan en la mira directa de una eventual respuesta con misiles por parte de Moscú, los cuales tardarían en dar en un potencial blanco (que en tiempos de guerra ya incluye población civil) cuando mucho en cinco minutos o probablemente diez. Para poder atacar a Rusia de manera directa, Estados Unidos tendría que gastar recursos financieros, humanos y administrativos excedentes a lo que Rusia lo hiciera, siendo obvio que occidente perdió de vista que, a pesar de todo, algunos países que fueron soviéticos hoy siguen siendo Pro Rusos y eso extiende el campo de acción doméstico de Rusia.
Hablando de las dificultades que tendría Rusia de atacar y responder ataques, posibilidades que son reales, sus limitaciones se darían en el margen de que, responder a Estados Unidos implicaría la necesidad de tener precisión cirujana para ataques directos en territorio estadounidense porque se enfrentaría a la ambivalencia del honor y la causa cuidando de no dar en países simpatizantes (no propiamente aliados) como México, Guatemala, Perú, Brasil, Cuba y Venezuela y, al mismo tiempo, esos países se verían implicados con guerrillas provocadas por países del continente simpatizantes de Estados Unidos y la Unión Europea, como Argentina y Uruguay entre otros, y Rusia tendría que realizar tareas de espionaje y contraespionaje para apoyar de manera interna a los países socios. En tanto, Estados Unidos tiene una dificultad mayor ya que su territorio es la cuarta parte del territorio Ruso y sus posibilidades de protegerse (y esconderse del enemigo) son cuatro veces menores tratándose de ataques directos. En ambos casos, la catástrofe radioactiva resultante superaría a Chernóbil de manera exponencial porque, en un cálculo mundano, dicha radiación sería permanente y se habría extendido más allá de los lugares atacados afectando el entorno biológico.
Viene un capítulo más espeluznante aún que Biden no pareció calcular tampoco. De declararse la guerra ambas potencias, se harían las obligadas asociaciones de aliados que resultarían más peligrosas para occidente que para el lado Pro Ruso. Corea del Norte, ya implicado en el conflicto, tiene años buscando un pretexto para hostilizar a Estados Unidos y, siendo aliado de Rusia, en un caso de guerra, tendría el mejor de los pretextos para atacar a ese país. Aunque China no ha manifestado voluntad por colocarse de parte de ninguna de ambas partes, de entrar en guerra derivado del conflicto con Taiwan, se pondría indudablemente del lado Ruso, igualmente la India, Pakistán e Irán, países que llevan tiempo desarrollando armamento nuclear. Estados Unidos tendría el apoyo incondicional de los países alineados a la OTAN, indudablemente, pero como países con armamento solamente contaría con Francia, el Reino Unido e Israel cuyo número de ojivas es bastante modesto a comparación del bloque de aliados de Rusia, lo cual deja en suspenso los potenciales resultados.
Volodimir Zelensky es un mediocre comediante de segundo pelo que, para desgracia de Ucrania, logró ser "Presidente" y sus capacidades intelectuales son de un nivel muy modesto a pesar de que es abogado, bastante malo, y su megalomanía lo ha llevado a poner a su propio país en el matadero. Zelensky es un idiota glorificado por muchos ucranianos que quieren ser ajenos a Rusia y es moralmente apoyado por gente en el mundo que no tiene idea de lo que realmente sucede en ese país. Su pueblo debería rebelarse pero tienen más miedo a las represalias de la "Gestapo Azov" por no combatir contra Rusia que a los rusos mismos, lo cual es bastante estúpido. Biden vive cómodamente en su residencia haciendo corajes porque su partido perdió las elecciones y porque perdió el negocio de su vida en Ucrania, mientras el pueblo Ucraniano vive en tinieblas aplastado por hijo de puta como Zelensky, sin saber si deben o no dormir, so pena de estar repentinamente bajo fuego, casi siempre bajo fuego de Azov, sus propios gobernantes.
Curiosamente y después de que Biden y los de la OTAN dieran permiso a Zelensky de utilizar armamento de largo alcance, Vladimir Putin ha realizado la presentación oficial de una nueva estrella en la marquesina: el misil Oréshnick, dejando a Dniepropetrovsk totalmente a oscuras y en la zozobra de la vida misma. Para el mundo queda claro que, permiso occidental o no, Ucrania no tiene trazas de lograr alguna ventaja pero al mismo tiempo el mundo ha quedado aterrorizado. No por Rusia, sino por la idiotez de Joe Biden y los países de la OTAN.
Es cuanto
Messy Blues
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