Ucrania ante la Federación Rusa; Una derrota anunciada
Antes que otra cosa sea mencionada, habrá que echar un vistazo a la historia y regresar a la época de la Revolución Rusa para levantarse ante la tiranía imperial del Zar Alejandro II quien tenía a su pueblo en la miseria y, derivado de sus derrotas en el frente contra Prusia, propició dicha Revolución. Mucho se habla del sovietismo (que no surgió en seguida, contra lo que se dice) y por lo regular mal, especialmente la satanización de los conceptos “Socialismo” y “Comunismo”. Pero como este blog no es para dar lecciones de historia, será mejor resumir a la parte en la que Ucrania, a partir del Tratado de Riga, se sumó al territorio polaco en 1920 y, tras algunas guerras con Polonia, a la Unión Soviética en 1922. Si bien en condición de “Terreno Anexado por la Derrota Ucraniana”, también es cierto que el territorio ahora llamado “República Popular de Ucrania”, obtuvo privilegios de presupuesto, asistencia social, apoyo militar e infraestructura proporcionados por Moscú.
Ucrania gozó de ciertas libertades por encima de otras Repúblicas Soviéticas hasta la invasión Nazi cuando, motivados por el famoso “Holodomor” (hambruna derivada de la caída económica causada por la Primera guerra Mundial), los nacionalistas ucranianos decidieron colaborar con Hitler y traicionar a Moscú, lo cual permitió el paso del ejército Nazi hacia el sur de la URSS y acercarse mucho a la capital de esta, Moscú. Los nacionalistas colaboraron con Hitler en espera de privilegios y “Rescate” pero en realidad los nazis solamente cometieron crímenes y vejaciones como tomar militarmente las ciudades, enrolar de manera obligatoria a los hombres, violar a las mujeres (la mayoría menores de 14 años) y, finalmente, realizar purgas y ejecuciones para no dejar compromisos políticos de ninguna clase. No es de extrañar que actualmente Lugansk quiera separarse de Ucrania ya que en la ciudad de Starobelsk (óblast de Lugansk) se realizó una de las peores matanzas por parte de los nazis, aunque la propaganda occidental suele atribuir estas ejecuciones a Moscú. Y Ucrania pasó a ser un ”Patio de Castigo” después de la caída de Berlín en 1945 a pesar de que los gobiernos posteriores a Stalin decidieron que Ucrania alojara toda la infraestructura nuclear de la Unión Soviética. Otro detalle es que, en 1996, Rusia ofreció a Ucrania quedarse con parte de esa infraestructura pero Ucrania declinó la oferta por considerar que eso les representaría una gran carga económica. Lo cierto es que Ucrania occidental mostró una gran inclinación hacia el Nacionalismo Blanco desde la década de los noventas del Siglo XX y sus conflictos con la Ucrania Oriental se agudizaron hasta el golpe de estado llamado “Euromaidan” de 2014.
Ahora bien. Pocos conocen la influencia del político estadounidense John McCain en el citado “Euromaidan” pero es cierto que el hoy fallecido político hizo en Ucrania el mismo papel que hizo Henry Kissinger en Chile en 1973, derrocar a un gobierno que no correspondía a sus intereses. Es decir, los Pro-Nazis de Ucrania tomaron el poder y reclamaron territorios que habían decidido separarse, a saber: Crimea, Lugansk y Donetsk, mismos que recibieron apoyo por parte de la Federación Rusa para tal fin. A “Grosso Modo”, se puede asegurar que Joe Biden y la Unión Europea aprovecharon las aguas revueltas para tratar de acercar la influencia de la OTAN hasta Euro-Asia y neutralizar el crecimiento de Rusia y China como potencias mundiales. Las constantes intervenciones e invasiones de los Aliados de la OTAN son un claro ejemplo del expansionismo del que siempre se han servido los políticos estadounidenses y sus sirvientes de la Unión Europea y su miedo a que grupos de crecimiento integral como el BRICS puedan restarles poder colonialista global.
El pueblo ucraniano, sin embargo, está terriblemente dividido por las falsas ideologías nacionalistas de Azov y su patrioterismo chauvinista contra los ucranianos que solo quieren estar tranquilos y ser ucranianos viviendo en paz. Muchos huyeron de su país y se refugiaron en Europa central, Estados Unidos y Latinoamérica y muchos otros se enrolaron en el ejército del que ahora quieren desertar. La parte desfavorable la cargan los ucranianos nómadas que son aceptados temporalmente en algún país pero eventualmente son rechazados y a veces hasta echados de dichos países. Se da también el problema de migración selectiva que les permite establecerse en algunos países, especialmente el continente americano, por ser generalmente rubios y de ojos claros aunque a la larga terminan sufriendo el rechazo de gente que, en Estados Unidos y Latinoamérica, son desplazados de sus empleos precisamente porque los refugiados de Ucrania se han colocado en estos. La culpa de todo esto es de Joe Biden, la Unión Europea y Volodimir Zelensky, mediocre actor de comedia quien en su vida ha tomado un libro de historia.
Si el pueblo de Ucrania no toma en cuenta esto, definitivamente solo espero que Dios les ayude.
Escribió: Alejandro L
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