Importante: Queremos manifestar, quienes componemos el equipo de este blog, nuestra solidaridad con la Federación Rusa y nuestras más profundas condolencias a los familiares de las víctimas que fallecieron en el criminal atentado en el "Crocus City Hall" de Moscú el pasado Marzo 23 de 2024, así como nuestro total apoyo a quienes sobrevivieron en ese atentado.
Atentado Terrorista
Ucrania y sus publicistas de occidente han dado por crear el eslogan "Rusia, Estado Terrorista" porque la Federación Rusa cumplió una advertencia hacia el gobierno de Zelensky respecto a "No cruzar la línea roja" en Febrero de 2022 abriendo fuego contra objetivos MILITARES de Ucrania. En contraste a los cobardes de Kiev que se han dedicado a atacar objetivos civiles en Rusia, eso los define de cuerpo entero. Pero en concreto, ese eslogan tan "Trend" por parte de los rusófobos adoradores de Ucrania, dio la vuelta en redes sociales y se apoderó del subconsciente colectivo en países de la Unión Europea, Estados Unidos y países aspiracionistas de América Latina. Ayer se demostró, y lo sabemos, quiénes son realmente los terroristas.
Pero, ¿por qué existe esta guerra?
De hecho no es una guerra por sí misma, no en términos que se entienden de manera técnica, pero sí es una forma de hostilizar a un país que se considera enemigo y en el caso existen muchos implicados con situaciones muy diversas dejando a la Federación Rusa como un "Enemigo de la Democracia Mundial". Por un lado tenemos a un país más bien pobre y con pocas raíces culturales salvo la cultura cosaca y el Borsch. Probablemente sus recursos naturales no sean pocos, lo cual es parte del problema, pero sí es cierto que Ucrania por sí misma es realmente incapaz de explotar dichos recursos. Ucrania posee una cultura moral dividida entre el extremo nacionalismo y la añoranza de sus raíces eslavas y el extremo nacionalismo no es precisamente el más positivo del mundo ya que está tomado del ideario hitleriano de "Mein Kampf" y sus mejores discípulos perpetraron el famoso golpe de estado llamado "Euromaidan" en 2014 para derrocar a Víctor Yanukóvich en beneficio del ultraderechista Oleksandr Turchínov apoyado por sus tropas de asalto llamadas "Batallón Azov" que abiertamente utilizan símbolos Nazis y su propaganda es de naturaleza racista.
La ultraderecha de Ucrania surgió de hecho en tiempos de la Unión Soviética diez años después de que Berlín capitulara y se rindiera con la muerte de Adolfo Hitler. Cabe señalar que Ucrania fue colaboracionista del gobierno Nazi de Hitler durante la ocupación de Alemania en territorio soviético. Posteriormente los propios alemanes traicionarían a los colaboracionistas en purgas realizadas en Kiev, Odesa y Starobilsk (ésta última hoy parte de la República Popular de Lugansk (Donbass)) asesinando al menos 4,000 ucranianos que los habían apoyado. Posteriormente y con el apoyo de la extinta KGB, el Kremlin realizó otra persecución contra los colaboracionistas restantes fusilando a varios de estos. En resumen, Ucrania jugó un papel bastante secundario, y de hecho mediocre, en la política posterior a la segunda guerra mundial durante el periodo en que la URSS estuvo vigente y no mejoró después de la caída de esta porque Moscú siguió siendo su máximo soporte económico y el desastre de Chernobyl, en 1986, había provocado un estigma internacional muy grave haciendo quedar a Ucrania como un país en desastre, como prejuicio desde luego.
La situación de Ucrania como país no mejoró aún después de su independencia en 1991 y, a pesar de ser el primer país que se deslindó legalmente de la Federación Rusa, dicha libertad se volvió en su contra a lo largo de la década y, hacia 2005, Ucrania tenía una economía tan corrompida que Moscú tuvo que ayudar con préstamos de baja denominación (sabiendo que la economía de Ucrania no era buena) y que por cierto jamás fueron pagados. En este punto surgió la idea de la derecha ucraniana de asociarse con países de occidente más interesados en sus recursos que en ayudar al país y la Unión Europea vio la oportunidad de saquear a Ucrania de la misma manera que lo hacía con países africanos bajo su influencia y, al mismo tiempo, una manera de perjudicar a la Federación Rusa, la cual domina aún hoy el manejo de recursos vitales para Europa occidental, como el gas natural, y ponerle freno a su influencia en el grupo económico-geopolítico llamado "BRICS", contrario al bloque de la Unión europea y su asociado Estados Unidos.
¿Por qué Europa apoya tanto a Ucrania?
Como cruelmente sugirió el eurodiputado Josep Borrell recientemente: "No se está ayudando a Ucrania por amor a Ucrania ni a los Ucranianos, sino porque, de perder Ucrania esta guerra, será en perjuicio de los Estados Unidos y la Unión Europea, ya que dejaremos de tener la hegemonía y el dominio del mundo". Tal sinceridad podría merecer encomio aunque en realidad resulta un cinismo surgido de la estupidez, o la arrogancia. La Unión Europea no pretende defender a Ucrania sino quedarse en poder de sus recursos, por un lado, y por el otro lado buscan desgastar a Rusia a través de un tercero. Es decir, le hacen la guerra a Rusia pero sin arriesgarse (aunque el idiota de Emanuel Macrón andaba metiendo la pata con su boca suelta) y proveen a Ucrania de armamento barato para que ellos, Ucrania, pongan los muertos y Occidente las sanciones justificándose con idioteces con argumentos clicheteros como "Rusia es un estado terrorista".
La realidad es que tanto Inglaterra como Francia tienen un odio histórico hacia Rusia porque desde la época zarina Rusia les ha proporcionado palizas tremendas (una de estas quedó plasmada por Tchaikovsky en su obra "Obertura 1812") cada vez que se les ocurre meterse con ellos. Algo que ha quedado en la memoria colectiva es que la URSS quedó a la par en poder con sus rivales de siempre, Estados Unidos, superando a los citados Inglaterra y Francia. Luego entonces, estos dos países han logrado influir en países "débiles" como Polonia y Rumanía para tratar de cercar a la Federación Rusa, algo que históricamente también no ha logrado ni siquiera Estados Unidos. Queda claro entonces que la Unión Europea busca debilitar a la Rusia de Vladimir Putin pero valiéndose de manera cobarde de un país tan influenciable como lo es Ucrania, mismo al que, con ayuda del ridículo y mediocre Volodimir Zelensky, están llevando al desastre.
¿Hay algo bueno sobre Ucrania al menos?
Afortunada y paradójicamente, Ucrania tiene algo a su favor: su propia gente. Aunque la retórica de artículos como este es de señalar aparentemente de manera generalizada, en realidad los señalados son los protagonistas de poder (Zelensky, su equipo y sus seguidores). Los ucranianos tienen la característica de descender de raza cosaca y jamás se darán por vencidos. Los ucranianos saben que su país está bajo fuego y aún así no dejan de trabajar e incluso tratan de divertirse a su modo. Los negocios y el pueblo ha sido sujetos a horarios marciales con "Toque de Queda", se ha prohibido la cultura y el idioma rusos (que representan el 80% de manera oficial de ambas cosas en Ucrania), se ha prohibido leer literatura rusa y la literatura de todos los países que NO apoyan a Ucrania pero aún así los ucranianos se las ingenian para seguir sus vidas de manera digna y con la frente en alto. Saben que hacer frente a una dictadura como la de Zelensky resultaría una estupidez pero es cierto que, cuando el ejército ruso toma alguna posición dentro de Ucrania, se muestran liberados, contra lo que mucha gente fuera de la región pudiera creer.
La verdad es otra, contra lo que diga occidente
Parece que nadie quiere aceptar que Estados Unidos apoyó el golpe de estado, Euromaidan, en 2014 y su principal promotor fue el fallecido político, también de extrema derecha, John McCaine y que Joe Biden persigue intereses personales que ahora le están costando pérdidas de votos en su afán de reelegirse como presidente de los Estados Unidos de Ámerica. Parece que nadie quiere aceptar que al final del debate, la Federación Rusa ha logrado que los movimientos radicales supremacistas, como el nazismo, no hayan avanzado en casi ochenta años por todo el mundo, asunto que les molesta a los actuales líderes europeos. Probablemente esos líderes supremacistas y fascistas olvidaron muy pronto el infierno al que Hitler sometió a la humanidad en la Segunda Guerra Mundial. Es decir, no lo olvidaron, simplemente lo ignoran. Hoy, Ucrania está pagando el costo de renegar de su propia raza y sus propias raíces tratando de pertenecer a un mundo tan artificial como fatuo como es la Unión Europea, sedientos de poder más que defensores de la democracia.
Escribió: Rafael R.
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