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miércoles, diciembre 10, 2025

Difrazados de piratas

Un fraude llamado GenZ... o La Marcha de los Millones de Pesos


La Generación Z, a menudo definida como la cohorte demográfica nacida entre mediados y finales de la década de 1990 y principios de la de 2010, se está consolidando como una fuerza significativa en el panorama sociopolítico actual. Sus valores, comportamientos y activismo están moldeados por un conjunto único de experiencias marcadamente diferentes a las de las generaciones anteriores.

Recientemente, la Marcha de la Generación Z, celebrada en la Ciudad de México el 15 de noviembre de 2025, ha generado un amplio debate sobre la verdadera representación de esta generación.

Resumen de la Marcha

La Marcha de la Generación Z se ha convertido en un punto de encuentro para la disidencia contra el actual gobierno de izquierda en México. Este movimiento fue organizado principalmente por tres partidos políticos como el Partido Acción Nacional (PAN), el Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Contrario a la generación que dice representar, los líderes de esta marcha no pertenecen a la Generación Z porque se trata de prominentes empresarios como Claudio X González y Ricardo Salinas Pliego. Sus motivaciones parecen difuminar la línea entre la auténtica representación juvenil y el oportunismo político.

Antecedentes

Los participantes se han asociado históricamente con ideologías de derecha y han enfrentado desafíos por parte del gobierno actual, al que critican por supuesta mala gestión e ineficiencias.

Dinámica de liderazgo

La marcha está impulsada principalmente por dos figuras influyentes: Claudio X González, conocido por orquestar frentes de oposición, y Ricardo Salinas Pliego, notorio por sus controvertidas prácticas empresariales.

Características clave de la marcha

La marcha se caracterizó por dos rasgos distintivos que merecen un análisis detallado:

Provocación y reacción:

Los organizadores buscaron provocar al gobierno federal con insultos y retórica incendiaria, anticipando una reacción significativa, posiblemente violenta. Sin embargo, la verdadera ironía reside en que fue la policía quien sufrió la agresión, y los detenidos fueron tildados de presos políticos, lo que complica aún más la situación.

Instrumentalización de los movimientos juveniles

Al vincular el movimiento con la Generación Z, estos líderes intentan conectar su agenda política con un sector demográfico más joven que suele buscar autenticidad y activismo. Sin embargo, la autenticidad de su agenda es cuestionable, ya que se basa en la manipulación de percepciones en lugar de abordar los problemas reales que enfrenta la juventud actual.

La dinámica manipuladora del liderazgo

Una de las figuras clave en la construcción del discurso en torno a esta marcha es Edson Andrade, un director ejecutivo involucrado en iniciativas culturales. Las contribuciones de Andrade al movimiento resaltan un tono preocupante ya se presenta como víctima de la represión gubernamental mientras manipula la disidencia juvenil para obtener rédito político. Sus esfuerzos por difundir el mensaje de que el gobierno es pro narcotraficantes y represivo mediante granjas de bots e influencia mediática generan serias dudas.

Control de los medios

La propiedad de TV Azteca por parte de Salinas Pliego le otorga una influencia considerable para moldear el discurso público en torno a la marcha. Este control sobre la percepción mediática difumina la línea entre el discurso político informado y la indignación fabricada.

Aprovechamiento de la Generación Z

El intento de utilizar a la Generación Z como fachada para ambiciones políticas demuestra una falta de compromiso genuino con las necesidades y aspiraciones de la comunidad. La Generación Z se caracteriza por su deseo de autenticidad, inclusión y justicia social; valores que están en gran medida ausentes en las motivaciones de los líderes de esta marcha.

La verdadera voz de la Generación Z

Es fundamental reconocer que la Generación Z comprende diversas perspectivas y no se ajusta fácilmente a las agendas de los operadores políticos. Esta generación está marcada por sus experiencias únicas, moldeadas en gran medida por la tecnología, las redes sociales y una creciente conciencia sobre temas como el cambio climático, la justicia social y la salud mental.

Representación auténtica

Una representación auténtica de la Generación Z requeriría las voces de los propios jóvenes, aquellos que comprenden genuinamente los desafíos y las aspiraciones de sus pares. Es vital involucrarse con los movimientos de base, en lugar de con maniobras políticas impuestas desde arriba.

Compromiso crítico

A medida que los miembros de la Generación Z se movilizan en torno a temas sociales, es crucial que analicen críticamente las causas con las que deciden alinearse. Esto garantiza que su activismo refleje sus valores y aspiraciones, en lugar de simplemente servir a agendas externas.

Conclusión

La "Marcha de la Generación Z" sirve como caso de estudio que ilustra las complejidades de la representación juvenil en el activismo político. Si bien los organizadores pueden aprovechar la energía y la pasión de esta generación, no deben pasarse por alto las preocupaciones sobre la autenticidad y la manipulación. La verdadera voz de la Generación Z surge de una expresión genuina.

El gran problema

La mencionada Generación Z —la de la marcha— no está en el contexto de exigir en virtud de que ellos mismos no están comprometidos con ninguna clase de obligación. La mayoría busca vivir obteniendo ganancias de internet, no son exactamente solidarios y no se sienten moralmente responsables de ser empáticos con el resto de los entes sociales.

Ejemplo: Hoy las personas mayores a treinta y cinco que osen vestir casual son llamados chavo-rucos. O bien, cualquier indicativo de caballerosidad y coqueteos con el romanticismo tradicional es considerado como machismo opositor.

Los jóvenes menores a veinticinco años ven normal el sexo como método para socializar y es común ver a muchos de estos muchachos (y muchachas) derramando dinero en antros y cervecerías cada fin de semana. Amén del consumo indiscriminado de sustancias relativamente permitidas (pero cuyo uso no es del todo recomendable por los médicos) hasta el uso de drogas de alto riesgo.

Las redes sociales y las plataformas de streaming están plenas de influencers Pseudo-GenZ que exhortan a la superficialidad con retos estúpidos y la presunción de una vida llena de lujos y perfección que están lejos de poseer en realidad. Y han normalizado la opción de ser no binarios si su inclinación sexual no es del todo satisfactoria.

Los marchistas de la manifestación del pasado 15 de Noviembre sobre el Zócalo capitalino no mostró a una juventud inconforme con un gobierno sino al capital político comprado con gruesas cuentas bancarias por parte de la oposición que cada día pierde más capacidad para ser una ideología política y ha dejado claro que se trata de recuperar el poder y el control sobre el pueblo.

Edson Andrade es un pobre diablo que se arriesgó a quedar en el cadalso mediático a cambio de algunos pesos con varios ceros en sus depósitos bancarios utilizando un protagonismo de YouTube-Influencer yendo del extremo nacionalista convocando a una lucha que él mismo no conoce, al papel de víctima. Mientras descansa en el lujo de su apartamento facilitado por el monto del dinero que recibe por parte del PAN.

Dudo mucho que Edson y sus saltimbanquis hayan leído algún libro completo de política o filosofía porque la convicción de que los jóvenes ya están hartos es poco creíble cuando el sujeto puede ir fácilmente al Palacio de Hierro a comprar alguna chuchería y desayunar con quinientos pesos cuando el verdadero pueblo apenas junta cien pesos al día para medio comer alguna gordita o algún tamal con atole mientras espera la combi en la parada.

La proporción que ni la oposición ni los influencers pagados pueden ver es la de esa gran diferencia entre pelear diario por la supervivencia en los barrios del Estado de México y la vida holgada que se lleva en lugares como Polanco, Narvarte, Del Valle, Condesa y algunas partes del Centro Histórico. Ahora secuestrado por esos influencers mercenarios con su espacio a disposición del mejor postor y por extranjeros que pagan menos impuestos en México que en sus países.

El mexicano promedio ha sido exiliado a las casas de interés social en los alrededores de Ecatepec, Cuautitlán y Nezahualcóyotl —por mencionar algunos— y luchan por recibir el agua suficiente para poder tener un relativo bienestar cada tercer día.

La Generación Z que marchó ese 15 de Noviembre no parece conocer esa realidad. Es evidente.

La respuesta saltó a la vista en Diciembre 6, cuando tanto Reforma como Alameda y el Zócalo se llenó de acarreados (siguiendo la retórica de los medios) apoyando al gobierno y superando tres veces la asistencia de marchistas. Marcha en la que hubo más GenZ's reales que en la marcha anterior. Quedó claro que aquella marcha con banderas de piratas era uno de los muchos trucos de Salinas Pliego y Claudio X González para descarrilar la posición de Morena en la aceptación pública.

Evidencias de la ignorancia:

Hace algunos años leí una publicación en Facebook en donde aseguraban que Corea del Norte acababa de proponerle a México ponerse en contra de los Estados Unidos y, a cambio de la cooperación, ese país devolvería a México el territorio perdido en manos de López de Santa Anna. Por supuesto que la nota era Fake.

La nota se había transcrito, de alguna manera, del expediente del Telegrama Zimmerman enviado por el imperio alemán en 1917 a su embajador en México con la finalidad de que este conversara con Venustiano Carranza, en esos días Presidente de México, y lo convenciera de iniciar una guerra en corto contra los Estados Unidos en apoyo al imperio alemán.

Es decir, el ingenioso autor de la publicación en Facebook había hecho una vil copia del pasado y, además, mala. Pero esto deja una clara evidencia de la ignorancia cultural que prevalece en la mayoría de jóvenes en México. Ignorancia que la oposición intentó explotar.

También recordé aquel meme en donde John Lennon habla de las enseñanzas filosóficas que le dejó su madre cuando en realidad Lennon creció lejos de Julia —su madre— y fue criado por Mary Elizabeth King (la tía Mimi) y jamás tuvo, el Ex Beatle, consideración alguna por los sentimientos de nadie. No es nuevo aquello de que John Lennon fue genial compositor (y músico, claro) pero como persona era un bastardo. Pero hoy en día la verdad no es válida para la GenZ que quiere vender y obtener likes, ¿cierto?.

La verdadera Generación Z

Pocos integrantes de esta generación están enfocados en lo político. Sus bases filosóficas ajustan más con el existencialismo que con el idealismo y habrá que reconocerles que en cierto modo resultaron más realistas que los millenials. La Generación Z, la de verdad, busca construir en el entorno que ellos sin implicarse del todo —salvo lo necesario— con el resto de ideologías y cuyo compromiso consigo mismos es más realista que ideológico.

Colgarse de la bandera de One Peace no es una opción que los verdaderos GenZ hubieran tomado. Por la simple razón de que ellos sí entienden lo que quieren obtener de la sociedad y la bandera de marras es el símbolo comercial de un juego de consola.

Pero por supuesto, la oposición sabe que ni tú, ni mucha gente, conocen ese hecho.

Es cuanto

Messy Blues

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