El Nuevo Prometeo ó El Tío Sam-Kenstein

El primer atentado considerado como "Terrorismo" contra Estados Unidos fue el ataque del ejército japonés contra la marina norteamericana en el puerto hawaiano de Pearl Harbour en diciembre de 1941 y eso puso los cimientos del negocio de guerra cuya mecánica es exhortar el nacionalismo estadounidense para que los contribuyentes aporten para dichos gastos de guerra y, a la par, vendan armamento a terceros. Así, pasaron a intervenir en Corea y Vietnam en donde recibieron palizas formidables pero al mismo tiempo habían creado una cúpula de poder exclusivo manejando mucho dinero.

Pero esos enemigos eran calculados, parte del juego. Ellos eran parte del proyecto en el que sus enemigos deberían ser vencidos a futuro, garantizando el negocio de guerra. Hasta que apareció un enemigo no tan cordial al que tuvieron que derrocar y asesinar: Saddam Hussein. Hussein les había dado una buena tunda en 1990 y doce años más tarde fueron por él.
Uzama Benladen es otra pieza clave, tanto si realmente se trató de una farsa como si realmente fue un enemigo de cuidado. Benladen fue parte de los negocios de Prescott Bush y su hijo George Bush Padre y luego convertido en enemigo tras la guerra en Afganistán entre Estados Unidos y disidentes afganos protegidos, en teoría, por la Unión Soviética.
Habría que señalar que Afganistán era un protectorado administrativo de la URSS desde la época de la Guerra Fría y Estados Unidos provocó de inicio el conflicto, sumiendo a los afganos en una guerra contra Rusia que era obvio que NO iban a ganar. Pero era parte del negocio, claro.
Cualquier parecido o paralelismo con el presente ukraniano... no es ninguna coincidencia.
El llamado "Terrorismo Internacional" sí ha sido de hecho un terrorismo en forma y bastante criminal pero también habría que considerar por qué la mitad de organizaciones terroristas lo son. El odio "Irracional" de la religión musulmán hacia el occidente recae en mucho sobre la base en que occidente intentó hacerse de recursos. Pero también es imprudente no mencionar el fanatismo implícito en todo el asunto. Por consecuencia, hay un "Mitad y Mitad" de culpas.

Y así continuó Estados Unidos su rumbo tratando de aislar a Fidel Castro en Cuba e invadiendo Panamá, entre otras jugadas menos evidentes negociando con otros países sometidos a Estados Unidos como México con los gobiernos de Miguel de la Madrid, Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; sexenios en los cuales muchos empresarios norteamericanos lavaban y amortiguaban el impacto de impuestos de sus negocios gracias a la presión política que muchos funcionarios estadounidenses ejercían sobre el entonces gobierno neoliberal de México.
¿Zelensky un nuevo Benladen?

El "Plan B", previo al C”, es el actual en el que Zelensky trata de convencer a Donald Trump de apoyar su intentona de ser parte de la OTAN y recibir recursos financieros y militares para enfrentarse a Moscú y los países que también se le opongan (Bielorrusia especialmente) pero si existe alguien aún más narcisista que Zelensky, ese es Donald Trump y por supuesto que Trump no va a permitir que un pueblerino nacido en una provincia sin futuro como Krivoi Rug le robe luminarias a un acaudalado Presidente Estadounidense que tiene un tornillo peor de safado que el propio Biden (lo cual ya es mucho decir) y tres veces el dinero que Ucrania haya podido tener en treinta y un años de "Independencia". Por lo tanto, ese "Plan B" de Zelensky es, por lo menos hasta ahora, poco probable de concretarse (aunque Donald Trump siempre es bastante inestable e impredecible, lo que podría darle al payaso de Zelensky alguna cierta esperanza).
Pero Zelensky debe tener un "Plan C" antes que humillar su Ego ante El Presidente de La Federación Rusa. Hasta el día de hoy Zelensky se ha comportado como Adolfo Hitler cuando comenzó a perder la guerra (¡Lucharemos hasta el último alemán!) y aún cree que su cruzada va a tener un final favorable para él (quién realmente crea que está luchando por Ucrania, no ha leído lo suficiente). En este “Plan C”, las opciones de Zelensky son bastante más vastas de lo que el mundo pudiera pensar. Rumanía, Letonia y Lituania dentro de su radio de influencia, son países que podrían representar un frente unido independiente de la Unión Europea y después de un probable rompimiento con Estados Unidos sin desde luego perder de vista su cercanía ideológica con Moldavia y, en ciertos términos, con Polonia. Una unión de países pobres y resentidos como son los mencionados podría darle a Zelensky la posibilidad de negociar con países ricos (árabes en mayoría) para erigirse como un dictador difícil de derrocar y, peor aún, comenzar su era de terrorismo.
Así es. Volodimir Zelensky tiene todo el perfil de un narcisista megalómano dispuesto a “Todo y por el Todo” y llevar su guerra personal a “Otro Nivel”. Los atentados en Nueva Orleans y Las Vegas dejan muchas dudas sobre la mesa pero los dubitativos incendios forestales justo cuando Donald Trump está por asumir su cargo de Presidente y el idiota de Biden autorizó a Kiev a utilizar armas de largo alcance contra Rusia, muestran una clara mano que intenta sabotear al futuro gobierno de Trump en Estados Unidos. Es decir, probablemente Estados Unidos tendrá que incluir a futuro a más de un militante de Azov, o al propio Zelensky, entre los más buscados del FBI y la CIA. Tal como sucedió con su otrora socio, uzama Benladen, Aka Usama Bin Laden. Contra todo lo que la OTAN, la UE y Biden puedan alegar, Zelensky jamás aceptará perder contra la Federación Rusa y es de todos conocidos que Rusia no solo puede ganar la guerra contra Ucrania, tiene hasta capacidad para enfrentarse a mediano y largo plazo con el propio Tío Sam. Si hasta el día de hoy Putin no se ha metido de lleno a Ucrania es porque él sí piensa en la población civil ucraniana. Zelensky no piensa más allá de sí mismo.
Kiev tiene estrategas tan poco hábiles como idiotas, igual que Zelensky, que son pésimos para una guerra formal pero saben moverse como mercenarios de guerrillas, propias de movimientos insurgentes y no de un ejército, así que esto arroja algunas teorías conspirativas que no podrían alejarse mucho de la realidad ya que muchos militantes de Azov han obtenido visas y permisos de tránsito en la UE y EE.UU. y tuvieron tiempo de estudiar los puntos débiles de Estados Unidos, especialmente la fragilidad ante sus cambiantes climas y fenómenos metereológicos en los estados sureños. Algunos detalles que no pasaron inadvertidos para mercenarios con experiencia en sabotajes fueron:
En Nevada:
La importancia que esta ciudad representa para Donald Trump
En Nueva Orleans:
El rechazo que los migrantes de Ucrania sufren abiertamente por esta ciudad de Louisiana
En California:
La torpeza del gobernador de ese estado, Gavin Newson, y la tendencia “Woke” de la alcaldesa del área de Los Ángeles, Karen Bass, cuya reducción al presupuesto ambiental favoreció a movimientos LGBT, Inclusión racial y tolerancia a ideologías; debilitaron dramáticamente la infraestructura de Protección Civil del área de Los Ángeles que abarca un total de 88 localidades que han sido arrasadas en un 80% por el fuego en días recientes, algo nunca antes visto en todo Estados Unidos, ni siquiera con la destrucción de Katrina en 2005. No al menos en daños materiales.
Cabe señalar un punto muy importante como es el fenómeno de la migración de ucranianos hacia los Estados Unidos, y es algo de lo que mucha gente allá comienza a quejarse. A diferencia de los migrantes latinoamericanos, los ucranianos llegan a la Unión Americana exigiendo derechos de raza blanca. Contra lo que muchos asumen, los ucranianos son, en mayoría, el tipo de eslavos que odian el mestizaje con razas no caucásicas y alardean mucho de ser considerados como el ipo de personas mejor parecidas en el mundo (mito creado por EE.UU.. De esa manera las personas que vienen de allá a Estados Unidos asumen que merecen un trato mejor del que reciben incluso los propios estadounidenses. Hecho tal que comienza a causar malestar en los ciudadanos del país. Quienes, dicho sea de paso, son quienes pagan el costo del financiamiento que Biden le proporciona a Zelensky y su partida de payasos llamada “Batallón Azov”.


Volodimir Zelensky es un paria político acostumbrado a obtener dinero fácil y un apátrida que utiliza a su pueblo para sacar raja política y no le importará cambiar a sus actuales patrocinadores por otros igual de interesados en los recursos minerales de Ucrania. Zelensky es un monstruo creado por Joe Biden pero no es un monstruo que se rendirá incluso si Trump le cierra el flujo de recursos. Zelensky es un asesino pasivo a quien le gustó mucho el poder y no lo va a soltar tan fácilmente. Zelensky es alguien de lo que la Unión Europea y Estados Unidos tendrán que tener especial cuidado. La Federación Rusa sabe esto y desde luego que ya tienen medido su alcance pero los demás, quienes apoyan a Zelensky, no saben la bomba de tiempo que están protegiendo. Bomba que les va a estallar en las manos tarde o temprano.
Es cuanto
Messy Blues
No hay comentarios.:
Publicar un comentario