Señor Felipe de Borbón:
Como yo no soy monarquista ni nací en una monarquía Gracias a Dios, no siento compromiso de llamarle "Su Majestad", al menos no es la mía jajajajaja. Y tomando seriedad en esta misiva me gustaría presumir un poco mi segundo nombre: "Tonatiuh". Sabe?, cuando yo iba en primaria (educación básica) todos me llamaban "Rafael" (mi primer nombre), porque mi abuelo era "Rafael", mi padre era "Rafael" y por ahí tengo algunos primos llamados igual Rafael. Al final de esa educación primaria, un profesor de biología, Médico por cierto, me llamó al frente utilizando la lista de asistencia. Cuando mencionó el "Tonatiuh", todos en el salón de clase miraron para todos lados expectantes, algunos burlones, para saber quién carajos tenía semejante nombre. Era yo. Mi padre, orgulloso de sus raíces mexicanas, me había hecho el gran favor de llamarme así y desde el lejano día en que el Dr Mario Velázquez Ávila, mi profesor de entonces, me llamó por mi segundo nombre, me convertí en Tonatiuh Hendricks, músico de Rock (claro, en esos días yo no tocaba ni las puertas pero eventualmente me hice músico).
Bien, todo mi rollo de viejito de sesenta años que doy arriba es porque; igual que mi padre, igual que Andrés Manuel López Obrador e igual que Claudia Sheinbaum, me siento orgulloso de la cultura que dio lugar a lo que hoy es México. Usted puede llamarnos como se le de su rechingada gana, es un mundo libre, pero no puede exigir a México que respete su "Rango Real" porque nosotros somos una República y, ser una República, nos costó (Kemo Sabay) sangre al ser invadidos y saqueados por Hernán Cortés y Pedro de Alvarado, entre otros. Nos costó (Kemo Sabay) sangre en una independencia plagada de criollos traicioneros que hicieron que los esbirros de la corona fusilara al cura Miguel Hidalgo, a José María Morelos y a Vicente Guerrero. Nos costó sangre (Kemo Sabay) en una guerra de Reforma, en la que por cierto Ignacio Zaragoza les pateó el trasero a los franceses (5 de Mayo) y el Estado sacó al Clero del gobierno convirtiéndonos en un Estado Laico. Pero aquello no paró ahí. El traidor Porfirio Díaz nos volvió a someter a una tiranía por alrededor de tres décadas siendo él un vil sirviente de Europa y Estados Unidos y que hacía caravanas a todo aquel Europeo que se le pusiera enfrente. De ello vino una Revolución Mexicana que a la sazón inspiró a los Bolcheviques que derrocaron al Zar Nicolás y esa Revolución, la Mexicana, fue tan sangrienta, o más aún, que la propia independencia cien años atrás. Como verá, usted no puede obligarnos a respetar una figura que, si bien para ustedes es importante, para nosotros es simplemente decorativa.
Pero, para poder continuar, quisiera apelar a un cierto incidente ideológico que tuve con un idiota que fue mi bajista quien en realidad sabía de tocar el bajo eléctrico, lo que yo sé de navegación (conmigo como capitán se perderían los barcos). Yo siempre he utilizado cabello largo y paliacates al cinturón para proteger mi guitarra de los rayones y, además porque me gusta cómo se ven, qué carajos. Un día el susodicho, que es un idiota como usted comprenderá, me dijo sobre mis paliacates: "Pareces Indio!". Verga!!! pues obviamente no soy ruso, no soy español y no soy gringo!!!. En ese momento me solté a reír porque, si usted viera la apariencia del que me criticó de "Indio", podría comparar su actitud a la de una rana diciendo a otra: "Eres verde!". En resumen, sí, siempre echo mano de recursos visuales que me identifiquen como mexicano.
Usted no es mejor ni más especial que yo, señor Felipe. Usted y yo cagamos, meamos y tragamos como cualquier otro ser humano, y nuestra mierda huele igual de feo usted no tiene ningún poder sobre humano ni fue enviado por la Divina Providencia, de hecho usted es un resultado fortuito de otro engreído que heredó el poder de un Dictador. Si no lo sabía, haría bien en leer un poco de historia universal. Aquí, usted ha sido defendido por Nuevos Ricos aspiracionistas, la mayoría servidumbre de los criollos de Polanco, y también ha sido defendido por idiotas como Carlos Alasraki, Lili Tellez y Laura Zapata, entre algunos más igual de idiotas. Gente que jamás se atrevería a visitar lugares como la "Colonia Puebla", "San Juan de Aragón", "Ciudad Nezahualcoyotl", "El Barrio de Tepito", "La Lagunilla" o lugares similares porque "No están a su altura", de acuerdo a ellos mismos. Lo defiende la clase de nacidos en México que gusta de ganar dinero a base de privilegios y favores y que ni siquiera tienen raíces netas mexicanas. Como dije, criollos de segunda clase.
Cierto señor Felipe, somos una nación soberana que ya una vez le solicitó simbólicamente que España se disculpara por los crímenes cometidos por las huestes de Cortés por aquellos aciagos días de la conquista española. Aciagos para España, claro. Se trata de un ritual de dignidad y respeto que los mexicanos merecemos de parte suya como supuesto hombre de estado, pero para usted, disculparse con México, resulta ser una situación que su fantasiosa majestuosidad le impide aceptar. En mi rancho, a la gente como usted les llamamos "Narcisistas". Conozco españoles que odian la figura de "Reyes" porque la consideran retrógrada, costosa e inútil. Muchos de esos españoles son mis amigos, y me siento honrado por ello, pero son españoles que, orgullosos de serlo, también sienten empatía por gente fuera de su país, por la humanidad, de hecho. Usted es un ejemplo vivo del tipo de gente que se siente superior a los demás. Tal y como fueron Nicolás II, Adolfo Hitler, Ulysses Grant y de hecho la corona española del Siglo XVI, entre muchos otros que hoy dan vida a movimientos Neonazis (como Azov en Ucrania, que usted apoya), el Ku Klux Klan y otros más. Usted, señor Don Felipe, es uno de ellos, queda claro.
México no tiene por qué jugar al "A ver si no se enoja", si usted se molesta por nuestra petición de respeto, es problema de usted, y si no nos inclinamos ante usted, es usted quien debe entender que, desde hace doscientos años somos una nación INDEPENDIENTE, Republicana y Soberana. Su figura de "Rey" se aplica en territorio ibérico, y por mí está bien, pero no en mi país. En México mandamos los mexicanos, no usted, y espero que eso le quede claro.
Es cuanto
Messy Blues
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