Victoria de la Izquierda
El aplastante triunfo de Claudia Sheinbaum..
Hace dieciocho años, con un mes menos, los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador como ente político protestamos contra lo que nosotros consideramos "Fraude electoral" y exigimos un "Voto Por Voto, Casilla Por Casilla" y ciertamente eso no fue posible, a pesar de que ese procedimiento está considerado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Vicente Fox y su aparato de poder, sostenido por Bilderberg y la Casa Blanca, no permitió que se llevara a cabo dicho recuento de votos y tuvimos que tragarnos seis años de uno de los peores mandatos presidenciales que ha tenido México a cargo del políticamente mediocre y gris Felipe Calderón. Legalmente jamás se pudo comprobar dicho fraude pero en el sentir de muchos, sí lo hubo. Hoy, casi dos décadas después, le tocó al mismo sector que impidió la llegada de López Obrador, ser quienes exigieran el "Voto Por Voto", con la diferencia que ahora hasta la propia ganadora, Claudia Sheinbaum, pidiera abiertamente que se hiciera ese recuento. Tomando en cuenta que de cualquier manera el recuento se hace por ley, los resultados electorales hablaron por sí mismos, Ganó MORENA, y con mucha dignidad de legitimidad.
Pero el partido oficial, perfectible y no perfecto, no ganó porque la gente simplemente decidiera que le cae mejor Claudia, ganó por demasiadas razones que se inocularon desde 2006 y se fueron pasando hacia dos generaciones crecidas en dieciocho años que en ese entonces algunos tenían solamente diez años de edad y algunos otros estaban naciendo. Todos ellos ahora con edad para votar. En ese tiempo, 2006, trascendió la verdadera cara de los regímenes Neoliberales destinados a la privatización de los bienes federales y a controlar todo a través de la iniciativa privada (ojo con este punto) y eso influyó mucho en el ánimo de quienes vieron en seis años bastantes mejoras en muchos sentidos pero especialmente en el hecho de que mucha gente se sintió escuchada. En dieciocho años las clases obrera y media tuvieron oportunidad de comparar el calderonismo y el peñanietismo con la izquierda lopezobradorista que no solamente puso en evidencia las mafias previas sino que incluso trabajó hacia dentro de su propio movimiento para realizar una gran limpia de basura.
La victoria más que evidente de Claudia y lo que implica ser Claudia Sheinbaum, reflejó una gratitud masiva hacia Andrés Manuel López Obrador y el rechazo a la arrogancia y el narcisismo de la clase alta que suele expresarse utilizando la propaganda de los medios privados (básicamente Televisa y TV Azteca). Gratitud la primera y rechazo la segunda razones para que bastantes millones de votantes salieran un cierto domingo 2 de Junio de 2024 a dejar claro que el país no quiere un eventual regreso de PRI ni PAN (el PRD definitivamente es un idiota útil para ellos) y que ya no compra fácilmente, ese pueblo, la propaganda barata de la que se hizo valer en la campaña de Xóchitl Gálvez, que fue mala y mediocre. Los que hoy lloran y atacan tanto a Claudia como a su partido y, en conjunto, a la 4T; son personas que jamás han viajado en el Sistema de Transporte Colectivo (Metro), jamás han estado en la selva lacandona en regiones inhóspitas (y en la que vive mucha gente marginada gracias a ellos), jamás han hecho una fila para ninguna clase de servicio y son del tipo de personas que truenan los dedos a los meseros, botones y gente de servicio simplemente porque ellos tienen dinero. Se sorprendería mucha gente de haber observado las "Mareas Rosas" que se pasearon del Ángel de Reforma al Zócalo destilando su clasismo. En resumen, la mayoría de mexicanos dejó un mensaje clarísimo: Están hartos de la ultraderecha mexicana que se siente heredera del Tercer Reich de Adolfo Hitler y de la Monarquía europea.
El punto no es acerca de quién tiene razón ni de quién está equivocado, se trata de una realidad forjada por una fracasada aplicación de los movimientos armados en la Revolución Mexicana y que pocos resultados reales arrojaron, realidad que se consolidó con dádivas paupérrimas hacia los que trataron de sobrevivir con salarios de hambre y se embarcaron en programas sociales condicionados al voto, o tal vez a los privilegios de ser amigo o pariente de altas figuras influyentes. Antes de eso, México se había vuelto muy dependiente de Estados Unidos a partir de la Segunda Guerra Mundial después de que, defendiendo la soberanía nacional, se le dijo a Hitler que México no lo iba a apoyar y, en beligerante respuesta, aquel hundió los buques petroleros "Faja de Oro" y "Potrero del Llano", lo que nos llevó a asociarnos con los aliados para crear el "Escuadrón 201" financiado por el Tío Sam, que posteriormente no dejaba de cobrarse el favor a través de las décadas. A lo largo de los años, después de terminada la guerra, México se vio envuelto en una sociedad con un gobierno alineado a los aliados y no a su pueblo y eso permitió que los recursos del país fueran explotados a favor de extranjeros por encima del interés nacional.
El PRI tuvo una práctica un tanto esquizofrénica al beneficiar demasiado a las élites y al mismo tiempo creando cierta infraestructura que mantuviera calmada a la prole. El PRI puede presumir algunas cosas del pasado como Pemex, los Libros Gratuitos, Infonavit y programas similares pero permitieron que sus demonios crecieran dentro del partido y su falta de cuidado y vigilancia hizo que emergieran personajes tristemente célebres como Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel De la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Raúl Salinas, Arturo Durazo Moreno, Antonio Mora Hurtado (primo de Miguel De la Madrid), Leopoldo Ramírez Limón y, entre muchos más, líderes sindicales tiranos como Fidel Velázquez y Venustiano Reyes (Aka Venus Rey). Todos los anteriores al servicio sumiso de intereses extranjeros, cosa que benefició por mucho el ascenso de Vicente Fox representado por el PAN en el año 2000. De hecho, si bien es cierto que el PRI se destacó por tirano, saqueador y represor; el PAN se mostró de cuerpo entero al hacer obvia su sumisión hacia el gobierno de George W Bush (pocos han olvidado aquel "Comes y te vas", en humillación hacia Fidel Castro) y por tratar de llevar a su clase social al poder absoluto y convirtiendo al pueblo raso en empleados de salario de lista de raya. El gobierno de Calderón se caracterizó por la imposición del estado y por la mediocridad administrativa, aparte de heredar la sumisión hacia los Estados Unidos, país acostumbrado a dominar (y me refiero a sus políticos solamente, conste). Peña nieto resultó un cero a la izquierda.
Sí, ganó Claudia Sheinbaum. Su personalidad y preparación fueron parte del triunfo pero ayudaron bastante algunas cosas que dejaron un claro mensaje como es la simpatía que ganó Andrés Manuel en sus seis años de gobierno, las razones de los avances mismos del país, el hecho de que la 4T supo colocar a México tanto de manera interna como a nivel internacional en contraste con una oposición dirigida por idiotas que se la pasaron todo el sexenio tratando de fastidiar al Presidente. El triunfo de Claudia no es un evento gratuito ni se debe al populismo ni a que los votantes seamos, en palabras de la pendeja de Laura Zapata, "Una bola de nacos". El triunfo de Sheinbaum es el resultado mediato de un sistema que no funcionó, neoliberalismo, contra un sistema que probó su eficacia, la Socialdemocracia de López Obrador.
La oposición se desmoronó por tres razones fundamentales: La mediocridad y falta de clase de los dirigentes de partidos (PRI, PAN, PRD), la estupidez del magnate que los "organizó" (Claudio X González) y los aplausos de los idiotas mediáticos como Carlos Loret de Mola, Carlos Alasraky, Víctor Trujillo, Eugenio Salas Derbez (Eugenio Derbez), Rubén Albarrán, Leo Zuckermann, Jorge Castañeda y otros. todo lo anterior, lejos de beneficiar al menos un contrapeso político, terminó haciendo pedazos incluso al PRI y al PRD y dejó fracturas insalvables en el PAN. Las huestes de aspiracionistas a clase alta hicieron la peor parte, definieron su clasismo y lograron aglutinar únicamente a nuevos ricos mediocres que creen que ellos representan a México. La campaña opositora dejó ver desesperación y estupidez, pero básicamente demostró que la población mayoritaria en México los ve a ellos como personas ridículas y no tanto como opciones políticas.
Ganó Claudia, qué caray! ♥
Escribió: Messy Blues

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