Izquierda, derecha, izquierda, derecha.... parece desfile, me cae

Cuando una no es la otra y ambas no son lo que se supone

Lo convulsivo de las Elecciones 2006 en México no radica únicamente en que gane uno y pierdan los demás, radica en guerras de intereses tan obvias como el amafiato por el poder que enconó el imperialismo escudándose de la ultraderecha del Yunque extremo-católico, el salinismo masón y los monopolios transnacionales que, buscando anclar privilegios, participaron enormemente untando gentiles y generosas sumas de dinero llegando a la manipulación de los medios de comunicación, obviamente también privilegiados por el estado a favor del movimiento de conservar el poder. Razones que saltan a la vista de cualquiera con un poco de nivel secundaria y sentido común.

El linchamiento político de Andrés Manuel López Obrador a cargo de Vicente Fucks y Manuel Espino es probablemente el politicidio más significativo de la historia de Latinoamérica ante el beneplácito de un capitalista racista como es George W. Bush, mediocre estudiante. mediocre profesionista y a quien su padre tuvo que abrirle carrera en el Partido Republicano apadrinado también por la logia sajonista de Richard Nixon y algunos extremistas racistas de la unión americana. Obvio, hasta el KuKlux Klan ha metido mano en el pastel pero de una manera muy simbólica. Desde la Casa Blanca fue que el aplastamiento hacia la pretendida izquierda mexicana a la que se ha querido culpar de fascista, radical y tirana.

Como buenos publicistas, los pilares del imperialismo han sabido sacar partido de situaciones a nivel mundial como los magnicidios de Martin Luther King, a quien ahora el Bush hasta rinde homenajes (diplomacia, dicen) o bien las muy extrañas muertes de figuras polémicas y de mucho peso como: Marylin Monroe, Ernesto "Ché" Guevara, John F Kennedy, Harvey Lee Oswald, Elvis Presley, John Lennon, Jimi Hendrix, John Kennedy Jr, Robert Kennedy entre muchísimos otros poniendo también las misteriosas muertes de Luis Donaldo Colossio, Manuel Clouthier, Manuel Castilloy muchos más políticos que han caído en manos de intereses siniestros.

Pero las jugadas imperialistas ni son de primicia ni han tratado de esconder nada precisamente porque es el imperialismo mismo el que rige en el mundo, muestra de ello es la creciente izquierda en el sur del continente americano. El corporativismo imperialista es un método probado y su franquicia es negocio garantizado desde poco después del gran crack depresivo de 1929 cuando se sujetó al New Deal de Roosevelt y aplicó medidas de austeridad y producción forzada. Esto sirvió cuando mas tarde, contra Japón, se armó para la guerra financiándose con el apoyo de armamento que vendía a plazos a otras naciones.

Razones de sobra existieron para las guerras de Corea, China y Vietnam bajo el pretexto de frenar el creciente comunismo asiático y estableció, el imperialismo yanqui, el mercomún mundial de sus marcas registradas basadas en la refinación de químicos para crear alimentos no perecederos o artículos que trataron de convertirse en convencionales. Ciertamente no todo fue hijo del imperialismo pero también es verdad que todo estaba creado para clases privilegiadas, al menos en un consumo común.

Con el advenimiento de la contracultura de los años sesenta y sus convulsiones sociales, el imperialismo logró adaptarse contraatacando con medidas comerciales que institucionalizaron al joven rebelde como "Joven Inquieto" así como al "Amor y Paz" como movimiento hippie. Al alba de 1969 circulaban por el mundo toda clase de prendas y afiches evocando al movimiento bajo poderosas firmas como Levi Strauss y Matell entre muchas otras.

Para sostener la fuerza del movimiento imperialista, se requirió el dominio de energéticos y por ende a las clases altas derivadas de la neoriqueza obtenida después de que los aliados ganaran la guerra. Se puede decir que el crecimiento real del imperialismo tuvo un punto clave con el gobierno republicano de Nixon y sus satélites políticos a lo largo del mundo occidental y el soporte de los tercer mundistas que requerían de la unión americana, en este caso el mejor ejemplo es Latinoamérica.

El imperialismo siempre ha sabido manipular la información ejerciendo presión de todo tipo a los medios de comunicación y utilizando hábilmente la idea de supremacía blanca en los casos convenientes. Incluso cuando la minoría de color comenzó a dejar de serlo e ingresó al poder de EEUU, el imperialismo tuvo su carta bajo la manga incluyendo el poder de la gente de color en sus planes de dominio global. Lejos de racializar abiertamente, el imperialismo buscó negociar con el lado mas perfectible de las etnias y fue como se enlazaron en negocios con las fuerzas petroleras mas poderosas del mundo como los árabes y buscar manipular el petróleo de latinoamérica. Los recursos naturales del sur del continente también fueron una razón para que el imperialismo buscara crear la idea de que el neoliberalismo es la libertad.

La idea de "Comunismo" que se comenzó a crear en el mundo latinoaméricano, implantada por el imperialismo, generó en el mundo serias dudas respecto a lo que es en realidad la izquierda y usó como estandarte la violencia de la revolución bolchevique y la represión tirana del régimen de Mao. Siempre tuvo buen cuidado de dejar fuera del foco las realidades racistas que el imperialismo tiene por naturaleza pero sin abandonar su fuerza y convicción a que los blancos imperialistas son, según creen, la raza superior.

En México, obvio, no hay blancos pero hay criollos. El movimiento neonazi se ha hecho la masturbación mental de que ser criollo es casi igual que ser ario (Click) así que el criollo mexicano tiene el chance de sentirse orgulloso de ello y liberar a México de las razas inferiores (o sease los nacos, prietos, chaparros, gordos, narizones... etc) a base de una misión sistemáticamente destructiva que ha comenzado por la imposición de un estado fascista dividiendo al país entre los que nos sentimos nacos defraudados por las instituciones y los que se sienten superiores por ser panistas o por creerse privilegiados en clase, dividiendo a México en dos.

Con lo sucedido en Oaxaca se da un preámbulo de lo que será este sexenio tras bambalinas bajo la complacida supervisión de la mafia de Bush (la que heredó de Nixón y posteriormente de su igual de inútil padre, Big George Bush). Chiapas y Oaxaca, con curiosa coincidencia geográfica, son ya parte de la disidencia de casta y cultura que la ultraderecha provocó con su grandilocuencia imitativa del "American Way of Life" y al tratar de crear en México una clase social que en realidad no existe, es decir, sólo existe en las comunidades judía y libanesa porque ricos mexicanos, mexicanos, realmente mexicanos, en realidad solo en los ranchos y están bastante lejos de ser como los pintan las telenovelas.

Ciertamente la televisión ha jugado un importante papel para la creación de ese mundo fantástico en el que el pueblo mexicano parace no querer apreciar la proliferación de apellidos nada mexicanos y castas nada mexicanas. Parece México no darse cuenta que incluso programas como "Lo que callamos las mujeres" parecen dejar por hecho de que hay clase jodida que así tiene que asumirlo y clase privilegiada que debe vanagloriarse de ello.

Izquierda malentendida la mexicana contra la derecha aferrada al poder, bonita combinación para fastidiar al pueblo.

Messy Blues